El 75 aniversario de la muerte del poeta Miguel Hernández en 2017 supone para la ciudad de Orihuela una buena oportunidad para mostrar la inmensa riqueza de su patrimonio cultural, no sólo sus importantes monumentos sino también para reflexionar sobre la profunda transformación que ha sufrido su fisonomía urbana. El progreso ha mejorado el día a día de los habitantes del municipio, aunque todavía el visitante puede percibir la luz y la huerta tradicional que el poeta describió en sus poemas.
Sin Orihuela resulta muy difícil comprender la belleza de los objetos, personas o paisajes que el más universal de los oriolanos plasmó en sus cuartillas con un minúsculo y modesto lápiz. Porque Miguel Hernández era raíz que se nutría de lo más íntimo y hermoso que ofrece la tierra de Orihuela, y porque también en su pueblo natal nació su sensibilidad como ciudadano preocupado por los más desfavorecidos. Ambos aspectos lo convierten en uno de los poetas cuyo mensaje sigue conservando su vigencia y belleza.
Es por ello que el Ayuntamiento de Orihuela, la Fundación Cultural Miguel Hernández y otras entidades como la Biblioteca Pública Provincial “Fernando de Loazes” o la Cátedra Miguel Hernández de la Universidad Miguel Hernández han emprendido desde hace unos meses la tarea, cargada de responsabilidad y de ilusión, de organizar los actos que conmemoren los 75 años de la muerte del ilustre poeta oriolano con la formación de diversas comisiones de trabajo que planifiquen las distintas actividades que integrarán el programa de actos: recitales, música, danza, conferencias, actividades escolares, deporte, teatro, cine, publicaciones, artes plásticas, fotografía y una gran exposición bibliográfica y documental sobre Miguel Hernández con su correspondiente catálogo.
Asociaciones, colectivos culturales y ciudadanos, particulares, etc., forman parte de dichas comisiones para convertir la efemérides en un verdadero acontecimiento en el que el pueblo de Orihuela sea copartícipe del mismo, un acontecimiento que, más allá de 2017, sirva como catalizador en todos los habitantes del municipio, del resto de la Comarca de la Vega Baja y visitantes, un motivo de orgullo y también de excusa perfecta para reflexionar acerca de la figura del poeta y de la idiosincrasia y personalidad oriolanas, de su pasado más cercano y del esperanzador futuro todavía por venir.